El Gobierno del Presidente Felipe Calderón ha dado golpes al narcotráfico superiores a los de las dos Administraciones que le antecedieron, sin embargo, de manera paralela, el consumo de drogas interno también se ha disparado.
Un reporte del Gobierno federal destaca que entre el 1 de diciembre de 2006 y el 30 de abril de 2009, las autoridades encargadas de combatir el narcotráfico sacaron del mercado 237.5 millones de dosis "potenciales" de cocaína, y 2 mil 195 millones de dosis de mariguana.
Estas cifras equivalen a 78.3 toneladas de cocaína, que según los "Resultados de la Política Mexicana contra la Delincuencia Organizada", podrían cubrir el ruedo de la Plaza México con una capa de 10 centímetros de espesor; y 4 mil 390 toneladas de mariguana, que cabrían en un tren con 198 furgones y 3.9 kilómetros de largo.
El documento, que incluye los resultados de la Procuraduría General de la República, y las Secretarías de Defensa Nacional, Marina, y Seguridad Pública federal, revela que la droga "arrebatada" al narco tiene un valor en el mercado mil 330 millones de dólares.
Si se comparan los resultados de Calderón con los que obtuvieron los ex Presidentes Vicente Fox y Ernesto Zedillo en sus primeros 29 meses de gestión, se tiene que el Fox decomisó 38 por ciento menos cocaína y 10 por ciento menos mariguana; mientras que Zedillo incautó 20.5 por ciento menos coca, y 95 por ciento menos de la verde.
Ana Laura Magaloni, especialista en derecho penal y políticas de control del crimen dijo que el decomiso de drogas no es el indicador más exacto para medir el éxito en el combate al narcotráfico.
"El decomiso lo que genera es el precio de la droga, sin duda se tiene que decomisar pero no es el referente de éxito por excelencia.
"Tendríamos que revisar casos de lavado de dinero para comenzar a medir con más precisión el éxito. El decomiso es una variable más no es indicador de éxito, al final la pérdida (de droga) se compensa con la elevación del costo", consideró la académica del CIDE.
"Está bien decomisar drogas pero es más importante desmantelar redes que permiten el flujo de drogas y eso se combate en el lavado de dinero y persiguiendo corrupción política", afirmó.
De hecho, los resultados antinarco del Presidente Calderón no han permeado al ámbito social y a raíz de que Estados Unidos endureció su seguridad tras los ataques de septiembre del 2001, el consumo de drogas en el País se potencializó.
En 2002, según cifras de Conadic había 203 mil adictos y el número se incrementó en 158 mil en los últimos seis años, es decir fue un crecimiento de poco más del 51 por ciento.
Un informe de la Secretaría de Seguridad Pública señala que las operaciones de narcotráfico en nuestro País ascienden a 450 millones de dólares cada año, independientemente de otras fuentes de financiamiento de los grupos del crimen organizado, tales como el secuestro, la extorsión, y el cobro del "derecho de piso" a empresarios y comerciantes.
De acuerdo con los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, existen 464 mil 386 personas que, por tratarse de consumidores habituales, requieren de atención médica especializada en centros de tratamiento, más otros 4 millones 58 mil 272 que necesitan "intervenciones breves".
La Secretaría de Salud reveló que, según la encuesta, la mariguana se mantiene como la droga de preferencia, mientras que el consumo de cocaína se duplicó en comparación con el 2002, y las anfetaminas, crack, y heroína, mostraron una tendencia "importante" de crecimiento.
Al presentar el reporte preliminar, José Ángel Córdova, titular de la Secretaría de Salud atribuyó el aumento en el número de consumidores a la dificultad que tienen los narcotraficantes para sacar la droga del País, lo que los obliga a colocar su mercancía en el mercado mexicano.
Yo pregunto: ¿Dónde quedo aquella frase de que la droga no llegue a tus hijos?
La verdad es que la guerra al narcotráfico de Calderón es sólo un espejismo, es sólo una pantalla para que su gobierno no caiga en el completo fracaso que en realidad es, el desempleo, la inflación, la falta de competitivad, la diversificación de las exportaciones, la incapacidad de lograr reformas, todo eso y más es culpa de los gobiernos golpistas del Pan y una vez más se demuestra que la única forma de ganarle al crimen organizado y a los detractores es con inteligencia y no a balazos, pues si ya no son tiempos de la Revolución.
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